jueves, 31 de enero de 2013

Dulces tipicos del sureste de México ((Yucatán, Quintana Roo, Campeche, Tabasco, Chiapas y Veracruz)

El Sureste de México, es una región de los Estados unidos Méxicanos, formada por los estados de Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán, que se extiende prácticamente llana, salvo por la presencia de las lomas y cerros que componen la sierra Atravesada. La sierra atravesada tiene unos 250 km de longitud, y tiene su punto más alto en el paso de Chivela, a unos 2500 msnm. Más al oriente, cerca del límite entre Oaxaca y Chiapas, se localiza el cerro Azul, que alcanza una altitud de 2300 
Los pueblos precolombinos ya preparaban algunos de los dulces que consideramos típicos, mezclando frutas con miel, semillas y algunas especies. Gracias a las bondades del aguamiel que se extrae del maguey, así como a las de la melcocha obtenida del jugo de tuna concentrado y del mezquite, en combinación con otros productos, como maíz, cacao y la semilla de amaranto, se originaron dulces como el pinole, el chocolate y la alegría.
Pero la mayoría de los dulces típicos mexicanos están elaborados con frutas autóctonas, no surgieron sino hasta después de la colonización española. Los conventos fueron cuna de varios de los dulces tradicionales, pues en ellos las monjas combinaron las costumbres culinarias europeas e indígenas. Gracias a la vasta producción de frutas tropicales, se preparaban postres muy sabrosos con el jugo y el azúcar de ésta, mientras el ingenio daba paso a extrañas y complicadas combinaciones de azúcar con leche, huevo, nueces, almendras, piñones y demás productos originarios de ambos países que son el dulcísimo origen de los dulces mexicanos.
DULCES TIPICOS DE YUCATAN: yuca con miel, calabaza melada, camote con coco, cocoyol en almíbar, mazapán de pepita de calabaza, melcochas, arepas, tejocotes en almíbar y dulce de ciricote.
Quintana Roo: dulce de coco, merengue, camote con coco y melcocha.
VERACRUZ: El dulce de camote con piña cruda, el dulce de chayote, las granaditas de la India a la cordobesa, y los merengues.
CAMPECHE: Dulce de calabaza dura, Dulce de papaya, Mazapán de chocolate, Pasta de camote con coco.

TABASCO: Dulce de papaya zapote, Dulce de guapaque: Fruto de sabor agridulce parecido al tamarindo.
Dulce de "oreja de mico": Es una especie papaya pequeña, que al partirla por mitad, parece una oreja de mono.
Dulce de melocotón
Dulce de cocoyol
Dulce de coco rallado y tostado
Dulce de nance
Dulce de coco con piña o camote envuelto en hoja de joloche
Pan de plátano
Torrejas de yuca
Tortillas de coco: Tortillas tostadas y de sabor dulce.
Platanitos rellenos de carne o queso
Melcocha de azúcar o de panela
Merengue de guanábana
Queques: Galleta de harina y panela, con la orilla ondulada.
Panetela: Pan esponjoso
Papin: Pan elaborado con leche, huevo y canela.

CHIAPAS: Sopa de Pan.
El pucxinú, elaborado de maíz y miel o suspiros de yuca. 

martes, 29 de enero de 2013

La Cocina Poblana

Una de las muchas razones por las cuales Puebla es famosa, es por nuestra exquisita y variada comida, sus ollas de barro, sus metates y las cucharas de madera, dan un toque diferente a todas las del país, sus raíces Gastrónomicas las encontramos en la combinación de la comida indígena con la hispánica.


La cocina indígena fue muy rica en moles y pipianes, ya que para guisarlos tenían a su alcance al guajolote o pavo de papada, numerosas variedades de chiles y semillas, así como de jitomates y tomates, una muestra es el famoso mole poblano, nacido en el convento de Santa Rosa en el siglo XVII, los conventos fueron importantes en la creación y evolución de la cocina poblana y el mole es una especie de símbolo nacional.





Otros de los platillos tipicos de la region son los ricos chiles en nogada, la tinga, las picositas rajas poblanas, los hongos totolcoxctl en jugo en  escabeche, el clemole de Atlixco o la carne de cerdo en salsa verde estilo Huauchinango, la olla totonaca, una salsa con los gusanos de maguey o unas costillitas bañadas con el muy mexicano pulque y muchos más.


En esta región se cultiva:
  •  maíz 
  •  frijol
  •  cacahuate
  •  trigo
  •  haba 
  •  sorgo 
  •  papa 
  •   avena  
  •  cebolla
  •  calabaza
  •  lechuga 
  •  arvejon 
  •  ajonjolí 
  •  zanahoria 
  •  café 
  •  alfalfa
  •  naranja 
  •  manzana
  •  ciruela 
  •  durazno
  •  limón 
  •  plátano 
  •  blue berry 
  •  toronja

 
También es una región ganadera que cría:
  •  Aves de corral
  • Ganado equino
  • Ganado porcino
  • Ganado bovino
  • Ganado ovino  
  •  Ganado caprino
Además de agregar la producción de leche y huevos.

jueves, 24 de enero de 2013



IMPORTANCIA DE LOS CONVENTOS EN LA CONFITERÍA MEXICANA.

Eran tiempos de la colonia, el mestizaje del país se cocinaba en todos los ámbitos: el lenguaje, los edificios, la taza urbana, los rituales religiosos, la descendencia. Convivían españoles, criollos, mestizos, indios y esclavos negros. Pero donde el mestizaje se practicaba cotidianamente era en el fogón, allí donde los productos del viejo continente y los de América forzosamente convergían en el afán de crear algún platillo a semejanza de las tradiciones españolas, o con la inventiva que los sabores, los colores y el legado prehispánico de esa latitud más tropical proveían. Comer era asunto de todos los días así que en el fogón de las familias acomodadas y en el de los conventos, donde las mujeres españolas, criollas, negras e indias concurrían nació la cocina mexicana, mestiza por definición, pródiga e imaginativa por geografía y desesperación.
Fue en los conventos donde la dulcería mexicana se acunó, con el arrullo de los rezos y cantos; en el frescor del recinto, entre hábitos carmelitas, dominicos, teresianos, jerónimos. Con metate y mortero, molcajete y batidor, se creó el mosaico colorido y dulce, acompañado del asombro  por la química de los procesos y la búsqueda de formas, colores y sabores. Razones hay muchas; era necesario que aquellas 15 fundaciones religiosas, que existían a mediados del siglo XVII en la capital del virreinato, encontraran maneras de retribuir a los benefactores o de vender sus productos para el mantenimiento  de los recintos y de las 1,000 mujeres enclaustradas que el ellos vivían. Por eso la dulcería, una forma de alago, encontró un espacio para su desarrollo pleno en la paz conventual. Tal vez fue en el espacio conventual, en el que el mestizaje de pieles no era posible, donde las religiosas encontraron otra forma de signar su descendencia: el dulce.
La población femenina de los conventos tenía una estratificación particular, ya que por cada monja había de tres a cinco esclavas o criadas. Considerando esta organización por clases, es de suponer que el dulce haya nacido de la conjunción de la procedencia europea de los recetarios, las tradiciones españolas y los conocimientos de las indias y esclavas negras o mulatas, ya sea en la cocina particular de cada celda o en el espacio común.
La dulcería es una de las formas del barroco mexicano: sus expresiones caprichosas, la exaltación de forma y sabor, la vitalidad de un amplio repertorio nacido en geografía asiática y renovado con los frutos y las espacias mexicanas.
El apogeo del dulce mexicano en Europa marca el arranque del dulce mexicano, que habrá de naturalizarse, excederse, deleitar con sus diversas presentaciones y ser el precursor del dulce regional del México actual. Sin la caña de azúcar que los europeos trajeron a América, que a su vez los árabes habían introducido en territorio ibérico desde la India, no hubiera sido posible obtener el azúcar, cuyo modo de extracción también era técnica árabe. El azúcar es el ingrediente primerísimo de la dulcería y del carácter de esta palabra.
El chocolate también tuvo un papel muy importante de la cocina conventual ya que durante la colonia, el consumo del chocolate fue una verdadera pasión “que llegó a comprometer la conducta de los católicos ante la autoridad eclesiástica”. En algunos conventos se prohibió o racionó su consumo; en otros, las religiosas dieron muestra de maestría chocolatera. Las mujeres lo bebían durante los oficios de la iglesia. En Chiapas, se cuenta que el obispo detractor del chocolate que se servía durante el oficio religioso murió envenenado en su casa.
Con la llegada de ingredientes, técnicas y gustos culinarios, se importaron maneras y enseres para equipar la cocina y satisfacer las necesidades de los españoles. La cocina se tapizó de mosaico de talavera; se colgaron los cazos de barro, los de cobre o hierro y los cedazos.
Hacia 1717 , la cocina del convento dominico de santa Rosa de Puebla, donde se inventó el mole, contaba con fogones de calicanto, a cuyo constado estaba una pila de agua dulce corriente y el bajo de azulejos proveía de agua caliente y fría.
El convento agustino de Santa Mónica , también en Puebla, el fogón de la cocina, del siglo XVII era semicircular con cinco hornillas y estaba separado del muro y forrado de azulejos blancos y azules.
La inventiva dulcera fue en gran medida prueba y error, observación de la mudanza de ciertas propiedades de los ingredientes: el azúcar que en el agua se volvía líquida y con en fogón se caramelizaba; las claras de huevo que se esponjaban con el aire, o las yemas que liaban y barnizaban.
En el siglo XVI, la fabricación del dulce mexicano corría a cargo, principalmente de los conventos de monjas que necesitaban sufragar sus gastos. Los conventos urbanos no eran autosuficientes. El dinero de los conventos provenía en parte de las dotes de las monjas, del donativo de los patronos y de los objetos piadosos o especialidades culinarias de las religiosas. Otra forma en que las monjas se hacían de ingresos era a través de la educación de niñas y jovencitas de familias acomodadas.
El cronista Carlos Zolla nos explica que la factura y el consumo de productos hechos con azúcar estaban directamente relacionados con el papel social de las monjas, relegadas al ámbito de la cocina, pese a que su pertenencia al convento las colocaba en una posición superior frente al resto de las mujeres, con excepción de quienes habitaban la corteo pertenecían a familias encumbradas. Sin embargo, a través del dulce las monjas podían estar muy cerca de las esferas del poder.
CATÁLOGO DULCERO.
Josefina Muriel, estudiosa de la cocina conventual, refiere las especialidades de diversas órdenes y regiones: Las monjas de la Concepción hacían ricas empanadas; las de San Bernardo, toda clase de dulces y conservas, además de confeccionar bizcochos; las de la Encarnación eran especialistas en chicha y miel rosada; el convento de San Jerónimo tenía los calabazates por especialidad; en San Lorenzo se distinguían por sus alfeñiques y caramelos; En Santa Catarina se hicieron toda clase de dulces y empanadas. Eran reconocidas las jaleas de las bernardinas, las mermeladas de Balvaneras y los Buñuelos de San José de Gracia. Las monjas de Santa Teresa eran famosas por sus panes rosas o marquesotes, y las capuchinas de Nuestra Señora de Guadalupe, por el más rico chocolate de la ciudad.
Puebla se lleva las palmas entre las monjas dulceras. Allí se elaboró el turrón amarillo y la leche de mamey. Fue en Puebla donde, con la pasta almendrada de los mazapanes, se moldearon frutas en miniatura. Fueron famosos los tamales cernidos de Santa Mónica, así como las yemas reales, los alfajores, las rosquillas de almendras, los polvorones y jamoncillos, los guisados de pasas, los camotes y los dulces de las  clarisas. Se cuenta que en Santa Clara se inventaron los famosos camotes cuando María Josefa quiso alagar a sus padres enviándoles a Paseo aquellos tubérculos a los que hubo que idear una manera de conservarlos para el viaje. Las cajetas de las clarisas  tenían gran demanda pública.
En Puebla, las agustinas de Santa Mónica crearon maravillas con azúcar, almendra, yemas de huevo, canela y vainilla: jamoncillos de pepita, rosquillas, gorditas, charamuscas, trompadas, yemas reales, polvorones, mazapanes, muéganos, alfajore, tamales cernidos y rompope.
A las carmelitas les daba más por lo salado, pero sobresalían en la elaboración de los alfajores de luz y el dulce del cielo.
Las monjas franciscanas de Santa Roda de Viterbo, en Querétaro, fueron célebres por sus puchas en forma de concha con anís de colores, ideales para sopear el chocolate. En el convento de la cruz, en la misma ciudad, se elaboraban dulces de mazapán y cabello de ángel, con los cuales se obsequió al emperador Maximiliano a su llegada a México.
En Yucatán, las monjas como las abadesas Sor catalina Peón y Sor Soledad Muñoz, de la orden de Santa Clara, dirigieron fábricas de dulces y las pupilas de los conventos pusieron negocios donde preparaban lo aprendido: anises, ponteduros y mazapanes. Entre el punto de bola de la miel, la cristalización de la fruta el endurecimiento de la jalea, la fritura del buñuelo y el esculpido del mazapán.



martes, 22 de enero de 2013

Datos históricos, importantes e interesantes, acerca de la Central de Abasto del D.F


La Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA) fue inaugurada el 22 de noviembre de 1982 por el presidente José López Portillo.

       
El proyecto fue concebido por el arquitecto Abraham Zabludovsky, quien la diseñó como una figura hexagonal, ligeramente deformada cuyo eje central mide 2 mil 250 metros. En los extremos del eje se localizan las entradas y salidas.

Su extensión es de más de 327 hectáreas (50 veces el área del Zócalo de la Ciudad de México), y en ella es posible encontrar desde frutas, verduras, legumbres, aves, y pescados, hasta abarrotes en general, envases y alimento para animales (ya sea follaje o procesado). Maneja tal cantidad de recursos monetarios que solamente lo supera la bolsa de valores como centro de comercio. Y es que su movimiento económico en un año ¡llegó a alcanzar los 9 mil millones de dólares!

Sus antecedentes se remontan a la antigua Merced que presentaba problemas de intermediarismo excesivo, infraestructura comercial insuficiente, captación de excedentes por acaparadores, falta de locales para el desarrollo de la actividad comercial, reexpedición de mercancías, incluso a su lugar de origen.

Todo ello repercutiendo en los precios al consumidor final.

Considerada como la La Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA) fue inaugurada el 22 de noviembre de 1982 por el presidente José López Portillo.

       
El proyecto fue concebido por el arquitecto Abraham Zabludovsky, quien la diseñó como una figura hexagonal, ligeramente deformada cuyo eje central mide 2 mil 250 metros. En los extremos del eje se localizan las entradas y salidas.

Su extensión es de más de 327 hectáreas (50 veces el área del Zócalo de la Ciudad de México), y en ella es posible encontrar desde frutas, verduras, legumbres, aves, y pescados, hasta abarrotes en general, envases y alimento para animales (ya sea follaje o procesado). Maneja tal cantidad de recursos monetarios que solamente lo supera la bolsa de valores como centro de comercio. Y es que su movimiento económico en un año ¡llegó a alcanzar los 9 mil millones de dólares!

Sus antecedentes se remontan a la antigua Merced que presentaba problemas de intermediarismo excesivo, infraestructura comercial insuficiente, captación de excedentes por acaparadores, falta de locales para el desarrollo de la actividad comercial, reexpedición de mercancías, incluso a su lugar de origen.

Todo ello repercutiendo en los precios al consumidor final.

Considerada como la obra más importante de esa década, este mercado mayorista, es un punto de confluencia de la oferta y la demanda de productos alimentarios donde se realiza la parte medular de los procesos de formación de precios y la distribución de alimentos.

El 7 de julio de 1981 se constituyó el Fideicomiso Central de Abasto de la Ciudad de México con una vigencia de 99 años con base en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.

El mercado mayorista  MÁS GRANDE del mundo:

L a Central de Abasto de la Ciudad de México cumplió sus primeros 30 años de garantizar el abasto de alimentos a la ciudad de México y su área metropolitana.

Comercializa diariamente 30 mil toneladas de productos alimentarios, que representan el 80% de los alimentos que consumen los habitantes de la ciudad de México y un porcentaje significativo de la zona conurbada y estados circunvecinos.

Aquí se fija el precio de los productos hortofrutícolas que llegan de 28 estados de la República. 

Su red de distribución atiende a más de mil 500 puntos de venta, entre mercados públicos, itinerantes y tianguis, más de 380 establecimientos de 15 cadenas de autoservicio, así como un amplio universo de concentraciones comerciales.

A este centro de abasto llegan empresas que proveen de mercancías a los comerciantes mayoristas; también acuden compradores medio mayoristas que surten a restaurantes, hoteles, tianguis, mercados públicos y tiendas de barrio.

En menor escala, pero muy importante, están las amas de casa que vienen a realizar sus compras para sus hogares, con ahorros hasta del 60%.

Asegura el abasto de alimentos a una población con más de 20 millones de habitantes del Distrito Federal y su área metropolitana y compra y distribuye el 30 por ciento de la producción hortofrutícola nacional

http://ficeda.com.mx/


 más importante de esa década, este mercado mayorista, es un punto de confluencia de la oferta y la demanda de productos alimentarios donde se realiza la parte medular de los procesos de formación de precios y la distribución de alimentos.

El 7 de julio de 1981 se constituyó el Fideicomiso Central de Abasto de la Ciudad de México con una vigencia de 99 años con base en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito.

El mercado mayorista  MÁS GRANDE del mundo:

L a Central de Abasto de la Ciudad de México cumplió sus primeros 30 años de garantizar el abasto de alimentos a la ciudad de México y su área metropolitana.

Comercializa diariamente 30 mil toneladas de productos alimentarios, que representan el 80% de los alimentos que consumen los habitantes de la ciudad de México y un porcentaje significativo de la zona conurbada y estados circunvecinos.

Aquí se fija el precio de los productos hortofrutícolas que llegan de 28 estados de la República. 

Su red de distribución atiende a más de mil 500 puntos de venta, entre mercados públicos, itinerantes y tianguis, más de 380 establecimientos de 15 cadenas de autoservicio, así como un amplio universo de concentraciones comerciales.

A este centro de abasto llegan empresas que proveen de mercancías a los comerciantes mayoristas; también acuden compradores medio mayoristas que surten a restaurantes, hoteles, tianguis, mercados públicos y tiendas de barrio.

En menor escala, pero muy importante, están las amas de casa que vienen a realizar sus compras para sus hogares, con ahorros hasta del 60%.

Asegura el abasto de alimentos a una población con más de 20 millones de habitantes del Distrito Federal y su área metropolitana y compra y distribuye el 30 por ciento de la producción hortofrutícola nacional

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lunes, 21 de enero de 2013

La Central de Abastos 
La Central de Abasto, con 3,700 bodegas y locales comerciales, dentro de un espacio de 150 hectáreas cercadas, más de 11 kilómetros de pasillos en los que se encuentran productores y mayoristas de diversos ramos desde Frutas, y Legumbres, Verduras, Flores y Hortalizas, Aves y Cárnicos, Pescados y Mariscos, Cremerías, Salchichonerías, Dulcerías, Abarrotes, Granos y Semillas, Productos enlatados, Materias primas, Jarcerías y productos de limpieza y un sinnúmero más de productos especializados, la Central de Abasto de la Ciudad de México es el Centro de alimentos más grande del mundo, que abastece de alimentos a más de 20 millones de habitantes día a día.
Conocida cómo el estómago de la Ciudad de México, cuenta con una estructura de captación de productos directo de los productores, venta y distribución a diversos canales de venta al detalle como tiendas de autoservicio, tiendas detallistas (tiendas de la esquina), mercados públicos, tianguis y mercados sobre ruedas, restaurantes, hoteles, entre otros.
Hasta el día de hoy NO existe un vínculo más importante y efectivo entre el productor y el consumidor final como el de Uneabasto.com, esto basado en su efectividad de comercialización a precios bajos en todo el país. Conoce la historia de la Central de Abasto así como sus precios y participación en el mundo entero.
Los precios de la Central de Abasto han sido y seguirán siendo los más bajos del mercado... pero porqué? 
Existen razones muy sencillas, algunos comerciantes de este gran centro de comercialización son productores y mayoristas al mismo tiempo, de esta manera es muy difícil igualar los precios tan bajos que existen entre esta cadena.
Sin embargo, muchos de ellos son sólo distribuidores mayoristas. Estos compran grandes cantidades exorbitantes de mercancía a los productores y/o fabricantes. Por ello consiguen precios realmente bajos que ningún otro canal de ventas pudiese conseguir.

Otro factor importante por el que se mantienen precios muy bajos, es porqué los mayoristas, gracias a los volúmenes de mercancía y a sus bajos costos operativos obtienen utilidades muy bajas. Estas utilidades van desde un 0.5% hasta un 5% máximo de utilidad; a diferencia de otros canales alternos como los Autoservicios, en donde los precios a comparación con la Central de Abasto, van de un 50% hasta un 300%.... esto desgraciadamente no lo saben muchos clientes y mucho menos las amas de casa.


La Central de Abasto cumple así mismo un eslabón muy importante en la alimentación de más de 25 millones de habitantes de la ciudad de México y zona conurbada.
Sin mayoristas, simplemente no pudiesen existir tiendas detallistas, mercados públicos, tianguis, etc., ya que el productor difícilmente y con muy altos costos podría llegar a cada "tiendita" a abastecer sólo del producto que vende.


                             Este Vídeo muestra una breve descripción de la central de abastos!! muy bueno  

Centros de abastecimiento en el D.F

Nuestra primera publicación será una breve introducción de las abastecedoras más importantes en el D.F, el objetivo es dar a conocer a nuestros seguidores algo de historia y datos interesantes acerca del tema, esto para dar a conocer los productos que se pueden encontrar en estos lugares.

Como característica más importante es que estos lugares abastecen, a todo tipo de comercio, ya sea restaurantes, tiendas de abarrotes, hoteles o simplemente para el consumo en casa.

Algunas abastecedoras importantes en el D.F son:
- Central de abasto
- Mercado de San Juan
- Mercado de la merced
- La viga

En los ya mencionados podemos encontrar productos como:

- Frutas y verduras
- Lácteos
- carnes ( ave, res y cerdo )
- Carne exótica ( venado, conejo, cabrito, lechón, etc )
- pescados y mariscos
- frutos secos y deshidratados
- especias
- abarrotes
- vinos y licores
- flores

Puedes encontrar más información en:

http://ficeda.com.mx/